domingo, enero 31, 2010

Scrabble: postraumatismo navideño


La culpa la tiene el Scrabble. Algunas familias viven postraumáticas situaciones después de haber pasado horas jugando a este juego de mesa durante las Navidades. Sin tener mucho más que hacer durante las vacaciones y con la ilusión de divertirse en familia, muchos hogares pasaron largas sobremesas alrededor del tablero para formar cruces de palabras. Fue la mejor manera de sembrar discordia en el seno familiar, en contradicción del espíritu propio de tan señaladas fechas.

"Las reglas son las reglas, pero cuando se trata del Scrabble, las reglas significan pelea", ha escrito "The Times" haciendo un guiño con la proximidad del sonido entre "rules" and "rows". "Quien suficientemente equivocado creyó que un amable juego de mesa era un buen modo de unir a la familia tras una pesada comida probablemente conoce el verdadero poder de las palabras de divide y vencerás". Quienes se hayan dedicado en serio a este deporte de la mente saben que casi más tiempo que en completar palabras se emplea en discutir sobre si están permitidas o no. En el mundo anglosajón hay diccionarios oficiales, pero con todo las trifulcas son inevitables.

El Scrabble es probablemente el juego no nacido en el Reino Unido que más ha triunfado en este país. Los británicos no sólo se dedican con entusiasmo a un deporte que, inventado por ellos, no se practica en ningún otro ámbito cultural (el críquet), sino que en aquéllos que han sido acogidos mundialmente pretenden ser los astros (a pesar de su discreto papel en los mundiales de fútbol y no tener un campeón en Wimbledon desde tiempo inmemorial). Pero los deportes inventados fuera son vistos casi con desdén (no hay baloncesto), así que el Scrabble -no es deporte sino un juego, pero la reflexión es igualmente pertinente- es una curiosa excepción, sobre todo teniendo en cuenta que es un invento estadounidense que viene a explicar a los ingleses de Inglaterra cómo usar su idioma.

Tomado de ABC.es